lunes, 22 de marzo de 2010

La tormenta solar perfecta



Las tormentas solares expulsan enormes masas de partículas supercargadas a 150 millones de kilómetros de distancia a través del espacio. La mayoría tardan varios días en llegar del Sol a la Tierra, pero algunas recorren el Sistema Solar a 10 millones de kilómetros por hora, alcanzando nuestro planeta en menos de 16 horas. Éstas tormentas pueden provocar la inutilización de satélites e instalaciones de suministros eléctricos. Tienen un potencial destructivo como un huracán o tornado.

Las nubes de una tormenta solar están formadas por partículas cargadas así que inicialmente son desviadas de nuestro planeta gracias al campo magnético. Si chocasen directamente con la exosfera harían añicos partes de nuestra atmósfera. Pero nuestro campo magnético no es perfecto. Algunas partículas pueden penetrarlo cargando la termoesfera. Incluso romperan el campo magnético en el extremo más alejado de la Tierra, permitiendo que las partículas cargadas vuelvan por las líneas magnéticas hacia el Polo Norte y el Polo Sur.

Las tormentas de potencia extrema deforman el campo magnético aún más provocando corrientes eléctricas que cubren los continentes. Cuando ésto ocurre los tendidos eléctricos de largo alcance pueden verse sobrecargados. En 1989 parte de la provincia canadiense de Quebec se quedó a oscuras debido a la destrucción de un transformador por una tormenta solar.

Las tormentas solares también interrumpen las comunicaciones de alta frecuencia utilizadas en aviación. En los años 80, el Air Force One, transportaba al presidente Reagan en un viaje a China cuando se produjo una tormenta solar. Todas las comunicaciones quedaron cortadas varias horas aislando por completo al presidente norteamericano.

Las manchas solares son las detonantes de la mayoría de las tormentas solares,  por eso son vigiladas meticulosamente por los científicos a medida que rotan por la superficie del Sol. Cuando la mancha solar está orientada hacia la Tierra la potencia del estallido puede afectar al planeta.

En 1859 una tormenta geomagnética provocada por una enorme llamarada solar creo auroras boreales tan al sur como Roma. La tormenta de 1859 fue evento de potencial nada usual, algunos la llamaron "la tormenta solar perfecta". Fue tan intensa y el alineamiento tan perfecto que venció las defensas naturales de la Tierra. El Sol emitió unas llamaradas de dimensiones ciclópeas y una enorme cantidad de energía se dirigió hacia la Tierra. A parte de su potencia fue muy rápida, viajó del Sol hasta nuestro planeta en menos de 18 horas.

Por suerte tuvo lugar en ese año, cuando la única tecnología vulnerable era el telégrafo. Desde la época que somos dependientes de la tecnología no ha habido una tormenta de esas dimensiones. ¿Podría volver a ocurrir? Las consecuencias que tendría hoy comparadas con las de 1859 serían catastróficas. Los efectos en las redes de comunicaciones no se pueden calcular.

Fuente: El Universo. Los secretos del Sol.

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