martes, 30 de junio de 2015

Julius Erasmus el sepulturero de los cadáveres sin nombre


Julius Erasmus perdió todo en la Segunda Guerra Mundial, pero eso no le impidió hacer lo que otros descuidan después de finalizar un conflicto, dar sepultura a incontables soldados caídos, tanto amigos como enemigos. Se calcula que este héroe enterró o ayudó a enterrar a 1.569 soldados caídos en la Segunda Guerra Mundial.

Julius Erasmus creció en Aquisgrán, Alemania. En la Segunda Guerra Mundial se unió al ejército alemán, la Wehrmacht, llegando al grado de capitán. Tomó parte en la Batalla del bosque de Hürtgen,  Hürtgenwald en alemán, con una unidad de ingenieros. Tras la batalla pasó el resto de la guerra como prisionero, regresando a casa el verano de 1945. Toda la familia de Julius Erasmus había muerto durante la Batalla de Aquisgrán, su casa y todos sus bienes fueron destruidos o saqueados. Fue entonces cuando el desconsolado Julius Erasmus decidió mudarse a una cabaña en Hürtgenwald.

Julius Erasmus  FUENTE

En Hurtgenwald había muertos por todas partes. Los cadáveres de los soldados caídos en la batalla, se podían encontrar en las cunetas, debajo de los árboles, entre las matas de maleza del bosque... Mientras que otros decidieron hacer caso omiso de estos restos, Julius Erasmus no soportaba verlos allí descomponiéndose. Por su cuenta, Julius Erasmus empezó a recoger y enterrar a los soldados muertos de cualquier nacionalidad. Él no sólo excavaba la fosa, trataba de identificar cada cuerpo que encontró para poner un nombre a su tumba.

Batalla del bosque de Hurtgen  FUENTE

Julis Erasmus enterró los primeros 120 cadáveres, en una parcela que la comunidad local le había dado dentro de la zona conocida como la colina 470 en los mapas militares. Esta zona fue una de las que más combates sufrió durante la guerra.

Julius Erasmus trabajó en solitario durante el verano de 1945. Con el transcurso del tiempo, habitantes de ciudades y pueblos vecinos, que veían sus esfuerzos decidieron unirse a él. La identificación de los cuerpos de los soldados antes de enterrarlos no fue una tarea fácil. No era sólo muy agotadora física y emocionalmente, era muy peligrosa. Alrededor de un centenar de los voluntarios que se unieron a Julius Erasmus en su esfuerzo por dar a los soldados muertos de cualquier nación entierros adecuadas y decentes terminaron muriendo. Sus muertes fueron causadas por minas y munición sin explotar. Uno de los fallecidos fue el alcalde de Vossenack, Bautista Linzenich.

El gobierno de la RFA en 1953 designó oficialmente el lugar de los trabajos de Erasmus como cementerio militar (cementerio militar de Vossenack). Julius Erasmus ya había enterrado y ayudado a enterrar a un total de 1.569 soldados. Ese mismo año Julius Erasmus desapareció sin dejar rastro. Su desaparición se convirtió en un enigma. Al final se descubrió lo que pasó. Julius Erasmus se había trasladado a Nideggen-Abenden en las montañas de Eifel, donde murió el 3 de septiembre 1971.

Cementerio de Vossenack   FUENTE

Hoy en día hay 2.221 soldados enterrados en Vossenack. Soldados de cuatro naciones distintas. Hay 930 que no están identificados. Todo esto fue el resultado de la labor iniciada por Julius Erasmus, "El sepulturero de Hürtgenwald".

FUENTE


Vía: War History Online

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