jueves, 15 de diciembre de 2016

Roberto Kozak: El "Schindler" de América Latina


Roberto Kozak es un nombre desconocido que esconde una de las grandes historias no contadas del siglo XX. Diplomáticos que conocen todos los detalles de lo que hizo durante la época de Pinochet se refieren a él como "El Schindler de América Latina". La historia de Kozak es la de un hombre que con valor utilizó su posición para salvar vidas. En los años posteriores al golpe militar de 1973 de Augusto Pinochet. Kozak y diplomáticos de otros países ayudaron a entre 25.000 y 35.000 presos políticos chilenos a escapar de su cautiverio y encontrar refugio en el extranjero.

Roberto Kozak en el centro de la imagen  FUENTE

Kozak había trabajado su posición en los círculos internos del régimen de Pinochet, la cortesía con altos mandos militares, políticos, funcionarios y miembros de la policía secreta. Las cajas de whisky importado, hicieron mucho en la negociación para liberar a los detenidos. Cuando murió en septiembre de 2015, el mundo no sabía casi nada de Kozak. Aparte de un puñado de artículos en los medios de comunicación local y un premio honorífico por parte del gobierno de Chile en 1992, no tuvo un reconocimiento más amplio.

Roberto Kozak nació el 14 de mayo de 1942, en un pueblo del noreste de Argentina. La familia de su padre había emigrado desde Ucrania en la década de 1890. La familia de Roberto se trasladó al extrarradio de Buenos Aires. Su padre sólo podía encontrar trabajos ocasionales, por lo que el dinero escaseaba.

A los nueve años, Kozak comenzó a trabajar en una librería a la salida de clases. El propietario dejaba a Roberto leer libros cuando no había clientes, y el niño pronto se convirtió en un ávido lector. En su adolescencia Kozak combina el trabajo en la librería con sus estudios de Ingeniería civil en la Universidad de Buenos Aires. Después de su graduación, trabajó en varios trabajos técnicos.

Un día en 1968, Kozak vio un anuncio en el periódico para una vacante en la oficina argentina de la ICEM. La ICEM se creó en 1951 para ayudar a las personas desplazadas por la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día es la Organización Internacional para las Migraciones. En 1970 Kozak comenzó a prepararse, pasó seis meses en Alemania y otros dos en Londres aprendiendo inglés. Trabajó en la oficina de Ginebra de la ICEM durante dos años en programas de migración de América Latina, antes de aceptar un puesto en Chile.

Llegó a Santiago de Chile en mayo de 1972. El vislumbró un golpe de Estado. Había escasez de alimentos, huelgas y cada vez más señales de malestar en el ejército. Contactos diplomáticos de Kozak le confirmaron que los EE.UU. estaban utilizando en secreto a la CIA para debilitar al gobierno. El golpe comenzó a las 7 de la mañana del 11 de septiembre de 1973. Por la tarde, el palacio presidencial fue asaltado, Allende asesinado y la junta militar de Pinochet se había hecho con el poder.

Golpe de 1973 en Chile  FUENTE

Inmediatamente, la policía militar y secreta comenzó las detenciones. Comunistas, socialistas, estudiantes, periodistas, sacerdotes, músicos... Cualquier conexión con la izquierda chilena o la sospecha de haber participado en una oposición organizada al golpe se tomó como motivos de detención. Escuadrones de la muerte compuestos por militares fuertemente armados viajaban por el norte de Chile, deteniendo a los aldeanos y dejando tras de sí un rastro de cadáveres. Entre 1973 y 1978, cerca de 70.000 personas fueron detenidas, de las cuales se estima que 30.000 fueron torturadas y más de tres mil asesinadas.

Desde los primeros días del golpe, Kozak supo que tenía que hacer algo y la ICEM iba a ser el medio para conseguirlo. Uno de los primeros movimientos de Kozak fue establecer relaciones de trabajo estrechas con otros diplomáticos extranjeros. Uno de ellos fue el embajador sueco Harald Edelstam. Durante la Segunda Guerra Mundial, Edelstam había ayudado a escapar a los judíos de Noruega a Suecia. Ahora su misión estaba en Chile.

Edelstam fue al rescate de cientos de diplomáticos cubanos partidarios de Allende atrapados dentro de la embajada de Cuba en Santiago, que estaba bajo el fuego de tanques y tropas chilenas que se disponían a asaltar el edificio. Con tan solo una bandera sueca, Edelstam fue a la embajada y ayudó a negociar la situación de los 147 diplomáticos cubanos. Después de haber puesto a salvo a los diplomáticos cubanos de la Embajada, Edelstam volvió a la misma a pecnoctar esa noche, con el fin de proteger a los chilenos que allí se escondían buscados por el régimen. Antes de finales de 1973, Edelstam fue declarado persona non grata y expulsado de Chile. La embajada italiana fue también un santuario para 750 personas que huían de la persecución.

Edelstam  FUENTE

Kozak trabajó con otros diplomáticos y organizaciones católicas de derechos humanos, como la Vicaría de la Solidaridad, para compartir listas de personas detenidas por el régimen. Juntos, Kozak, los diplomáticos y la Vicaría se convirtieron rápidamente en el punto de contacto para los familiares angustiados por sus desaparecidos. Kozak visitó centros de detención para localizar a detenidos, pero siempre fue excluido de aquellos en los que los interrogatorios y la tortura eran más brutales.

Kozak tenía como misión hacerse amigo de figuras de alto rango en el régimen de Pinochet y ganarlos con el fin de asegurar la liberación de los detenidos. Una vez que un detenido había sido puesto en libertad, Kozak tenía que organizar su salida a refugios seguros en el extranjero, persuadiendo a las embajadas extranjeras la concesión de la visa. La primera etapa de este proceso a veces involucraba al propio Kozak que iba a recoger al prisionero liberado al centro de detención. Esto tenía que hacerse para evitar que fuera recapturado al instante o "desaparecido". Kozak los refugiaba en su oficina o en su casa mientras que aseguraba su salida de Chile.

Kozak también tuvo que escoltar a los detenidos liberados hasta el aeropuerto, que estaba controlado por la policía secreta chilena. Siempre que era posible, caminaba con ellos hasta la puerta del avión. En 1979, ayudó a José Zalaquett uno de los abogados más conocidos de Derechos Humanos a huír a Francia, lo acompañó hasta el aeropuerto y le introdujo doscientos dólares en el bolsillo.

Manuel Contreras, el jefe de la policía secreta chilena, tenía una aversión especial contra él. Por lo que su inmunidad diplomática la llevaba con mucho tacto. Una de las claves del éxito de Kozak para asegurar la liberación de tantos prisioneros eran sus reuniones nocturnas en su casa en el elegante barrio de La Reina de Santiago. Noche tras noche, Kozak invitaba a altos mandos de la policía secreta, generales del ejército y diplomáticos extranjeros a los que obsequiaba con whisky y cócteles. A medida que fluían las bebidas, obtenía firmas para la liberación de detenidos. Los conductores de la ICEM llegaban por la mañana con los ojos hinchados, después de trabajar toda la noche como camareros en las fiestas de Kozak.

Manuel mamo contreras.PNG
Manuel Contreras  FUENTE

Kozak llevaba una doble vida. Mientras entretenía a sus invitados en las fiestas, en la habitación de arriba de su casa, escondía a refugiados. En pocos años, los contactos de Kozak en la Junta militar llegaron a la cima. Un cable desclasificado de la embajada de Estados Unidos en Santiago en abril de 1978 detalla una reunión entre Kozak y el propio Pinochet.

Sus esfuerzos en favor de los detenidos no siempre tuvieron éxito. Uno de los incidentes que más lamentaba era no haber evitado el asesinato de José Hernán Carrasco Vásquez y Humberto Juan Carlos Menanteau Aceituno, líderes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), un movimiento de izquierda formado en gran parte por estudiantes y sindicalistas.

Los dos hombres fueron detenidos por la policía secreta en 1974. Kozak ayudó a negociar su liberación en septiembre de 1975, pero sus intentos de obtener visas para ellos a Francia no se pudieron conseguir por retrasos burocráticos. En noviembre, los dos hombres fueron recapturados por la policía secreta. Una mañana, de diciembre a Kozak se le informó que habían sido encontrados muertos, con señales de tortura.

El más famoso de los centros de detención del régimen de Pinochet fue la Villa Grimaldi, una propiedad remota en las afueras de Santiago, que habían sido tomadas por la policía secreta - la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina). El centro era dirigido por el mayor Marcelo Moren Brito, ex oficial del ejército que se había unido a la policía secreta después del golpe y se convirtió en uno de sus interrogadores más implacables. Cerca de 4.500 personas fueron detenidas en Villa Grimaldi. La mayoría de ellos fueron torturados. Alrededor de 200 murieron.

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Marcelo Moren Brito  FUENTE

Entre los interrogados estuvo Michelle Bachelet, quien ahora es presidenta de Chile, que fue detenida junto a su madre. Ella fue puesta en libertad antes de que su madre. Una vez fuera, se puso en contacto con Kozak. Kozak fue a la embajada de Australia para pedir una visa para Bachelet y su madre, y en mayo de 1975 las acompañó al aeropuerto para su vuelo al exilio.

Kozak se puede ver en muchas fotografías de los años más oscuros del régimen de Pinochet. Una de las más conocidas es la de la médico británica Sheila Cassidy, que lo fotografió en el aeropuerto de Santiago. Cassidy, había sido detenida en noviembre de 1975 por curar a un activista de izquierda que sufría una herida de bala. Ella creía que la presión del cónsul británico Derek Fernyhough, consiguió su liberación. Cuando llegó al aeropuerto de Santiago, conoció a Kozak por primera vez y sospechó que podría ser un agente de la DINA. Una fotografía de ellos en la pista dio la vuelta al mundo. Cassidy, no supo hasta mucho después que Kozak había sido el responsable de su liberación.

Kozak escorts British doctor Sheila Cassidy to the plane taking her out of Chile, in 1975.
Cassidy en el aeropuerto con Kozak  FUENTE

Un cable de la embajada de Estados Unidos en Santiago muestra la magnitud de la labor humanitaria de Kozak. La comunicación, de fecha 20 de abril de 1975, estima que su oficina era responsable de mover entre 400-600 ex detenidos cada mes.

Kozak salió de Chile en 1979 para volver a Ginebra como jefe del departamento de la ICEM responsable de la migración en América Latina. En ese momento, según cables de Estados Unidos, sólo 79 presos políticos permanecían detenidos. La Junta Militar había acordado acelerar las liberaciones si Kozak estaba dispuesto a firmar una declaración en el sentido de que ya no había ningún detenido político. Kozak lo hizo.

Kozak regresó a Chile en 1984 y al año siguiente ya ayudaba a traer de vuelta a las personas que habían huido de Chile durante la represión de Pinochet. Cuando, el 8 de septiembre de 1986, los miembros de un grupo guerrillero marxista emboscaron la caravana de Pinochet en un intento de asesinar al dictador, la línea dura del ejército actuó. El hecho de que existía una relación directa entre la ICEM y algunos individuos acusados de participar en el complot contra la vida de Pinochet fue un gran problema para Kozak. La oficina de la ICEM fue allanada y Kozak encañonado.

Kozak salió de Chile en 1991, el año después de la caída del régimen de Pinochet, para establecer una rama de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Moscú. En 1994, se trasladó de nuevo a Ginebra como jefe de personal de la OIM. Diez años más tarde, cuando finalmente se retiró, se instaló en Chile. En 1992, Chile adjudicó a Kozak su más alto honor, la Orden de Bernardo O'Higgins. Kozak murió en Septiembre de 2015.






Vía: THE GUARDIAN


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